Las Desamortizaciones de la Destrucción al Rescate en España

Documento de Universidad sobre Las Desamortizaciones de la Destrucción al Rescate. El Pdf explora las desamortizaciones en España en el siglo XIX, la supresión de monasterios y la creación del Archivo Histórico Nacional, un tema de Historia para estudiantes universitarios.

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TEMA 3: LAS DESAMORTIZACIONES DE LA DESTRUCCIÓN AL RESCATE
Estamos aquí para explorar los momentos clave de este período turbulento y
descubrir cómo estas políticas transformaron la estructura social y económica del
país. Desamortizaciones en España: De la Destrucción al Rescate'.
El período que marca el final del Antiguo Régimen y el inicio de la época
contemporánea en España estuvo marcado por fuertes corrientes anticlericales y
un continuo debate sobre la necesidad de reformar el clero. Durante este tiempo, se
observaron oscilaciones en la política respecto a la Iglesia, alternando entre
periodos de reforma y otros de reversión de las reformas previas.
Las principales corrientes políticas del siglo XIX en relación con el clero
pueden agruparse en reformistas, que abogaban por la reforma o la expulsión, y
reaccionarios, que buscaban la restauración de la situación anterior.
Los archivos y bibliotecas de las comunidades religiosas fueron afectados
por las acciones ejecutadas contra ellas, lo que tuvo un impacto en su patrimonio
material e inmaterial. La expulsión de los jesuitas, la Guerra de la Independencia, las
Cortes de Cádiz y el reinado de Fernando VII son hitos importantes en este proceso.
La expulsión de los jesuitas en 1767 implicó la incautación de todas sus
propiedades, incluyendo bibliotecas importantes que fueron distribuidas en otros
centros educativos. Durante la Guerra de la Independencia, hubo robos y
destrucción del patrimonio cultural, incluyendo documentos, códices y libros de
instituciones como el Monasterio de Santo Domingo de Silos.
Las Cortes de Cádiz continuaron la política de apropiación de bienes
eclesiásticos para su venta en subasta pública. Con el regreso de Fernando VII, se
restauraron las instituciones eclesiásticas, pero durante el Trienio Liberal se volvió
a implantar la Constitución de 1812 y se aumentó la propaganda anticlerical.
Las medidas de reforma religiosa continuaron bajo el reinado de Isabel II, con
la supresión de conventos y la prohibición de admitir nuevos novicios. A pesar de la
convulsa situación política, se alternaron periodos en los que se buscaba reducir el
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número de religiosos regulares con otros en los que se deshacían las medidas
tomadas en este sentido.
Aquí, nos adentraremos en uno de los eventos más significativos de este
periodo: la desamortización de Mendizábal.
El 11 de octubre de 1835, se aprueba el Real Decreto que suprime monasterios
y conventos, marcando el inicio de la desamortización de Mendizábal. Esta medida
tuvo como objetivo principal la confiscación de los bienes de las órdenes religiosas
con el fin de reducir su poder e influencia, así como de obtener recursos para el
Estado.
El decreto estableció la supresión de todos los monasterios de órdenes
monacales, canónigos regulares y premonstratenses, permitiendo únicamente la
existencia de un monasterio mendicante por población. Además, el 8 de marzo de
1836, se procedió a la supresión de todos los monasterios masculinos y a la
reducción del número de monjas, eliminando las comunidades con menos de 20
religiosas.
Todos los bienes raíces, muebles, rentas y derechos de estas comunidades
religiosas fueron confiscados y destinados a la Real Caja de Amortización, con el
objetivo de disminuir la deuda pública del Estado. Los archivos, cuadros, libros y
demás objetos pertenecientes a estas instituciones religiosas fueron destinados a
bibliotecas provinciales, museos, academias y otros establecimientos de instrucción
pública.
A pesar de las disposiciones establecidas, desde el principio se detectaron
robos y ventas de libros y documentos pertenecientes a estas instituciones. Para
intentar paliar esta situación, se encomendó a las universidades la recogida de estos
libros y la realización de inventarios. Por ejemplo, en Valladolid, la Biblioteca del
Colegio de Santa Cruz recibió 1,480 obras procedentes de monasterios suprimidos.
Las consecuencias de la desamortización de Mendizábal fueron
significativas para el arte, la cultura y la estructura social de España. Aunque el
objetivo principal era poner en el mercado tierras que se encontraban en manos de

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Las Desamortizaciones en España

Estamos aquí para explorar los momentos clave de este período turbulento y descubrir cómo estas políticas transformaron la estructura social y económica del país. Desamortizaciones en España: De la Destrucción al Rescate'.

El período que marca el final del Antiguo Régimen y el inicio de la época contemporánea en España estuvo marcado por fuertes corrientes anticlericales y un continuo debate sobre la necesidad de reformar el clero. Durante este tiempo, se observaron oscilaciones en la política respecto a la Iglesia, alternando entre periodos de reforma y otros de reversión de las reformas previas.

Las principales corrientes políticas del siglo XIX en relación con el clero pueden agruparse en reformistas, que abogaban por la reforma o la expulsión, y reaccionarios, que buscaban la restauración de la situación anterior.

Los archivos y bibliotecas de las comunidades religiosas fueron afectados por las acciones ejecutadas contra ellas, lo que tuvo un impacto en su patrimonio material e inmaterial. La expulsión de los jesuitas, la Guerra de la Independencia, las Cortes de Cádiz y el reinado de Fernando VII son hitos importantes en este proceso.

La expulsión de los jesuitas en 1767 implicó la incautación de todas sus propiedades, incluyendo bibliotecas importantes que fueron distribuidas en otros centros educativos. Durante la Guerra de la Independencia, hubo robos y destrucción del patrimonio cultural, incluyendo documentos, códices y libros de instituciones como el Monasterio de Santo Domingo de Silos.

Las Cortes de Cádiz continuaron la política de apropiación de bienes eclesiásticos para su venta en subasta pública. Con el regreso de Fernando VII, se restauraron las instituciones eclesiásticas, pero durante el Trienio Liberal se volvió a implantar la Constitución de 1812 y se aumentó la propaganda anticlerical.

Las medidas de reforma religiosa continuaron bajo el reinado de Isabel II, con la supresión de conventos y la prohibición de admitir nuevos novicios. A pesar de la convulsa situación política, se alternaron periodos en los que se buscaba reducir el 1número de religiosos regulares con otros en los que se deshacían las medidas tomadas en este sentido.

Aquí, nos adentraremos en uno de los eventos más significativos de este periodo: la desamortización de Mendizábal.

La Desamortización de Mendizábal

El 11 de octubre de 1835, se aprueba el Real Decreto que suprime monasterios y conventos, marcando el inicio de la desamortización de Mendizábal. Esta medida tuvo como objetivo principal la confiscación de los bienes de las órdenes religiosas con el fin de reducir su poder e influencia, así como de obtener recursos para el Estado.

El decreto estableció la supresión de todos los monasterios de órdenes monacales, canónigos regulares y premonstratenses, permitiendo únicamente la existencia de un monasterio mendicante por población. Además, el 8 de marzo de 1836, se procedió a la supresión de todos los monasterios masculinos y a la reducción del número de monjas, eliminando las comunidades con menos de 20 religiosas.

Todos los bienes raíces, muebles, rentas y derechos de estas comunidades religiosas fueron confiscados y destinados a la Real Caja de Amortización, con el objetivo de disminuir la deuda pública del Estado. Los archivos, cuadros, libros y demás objetos pertenecientes a estas instituciones religiosas fueron destinados a bibliotecas provinciales, museos, academias y otros establecimientos de instrucción pública.

A pesar de las disposiciones establecidas, desde el principio se detectaron robos y ventas de libros y documentos pertenecientes a estas instituciones. Para intentar paliar esta situación, se encomendó a las universidades la recogida de estos libros y la realización de inventarios. Por ejemplo, en Valladolid, la Biblioteca del Colegio de Santa Cruz recibió 1,480 obras procedentes de monasterios suprimidos.

Las consecuencias de la desamortización de Mendizábal fueron significativas para el arte, la cultura y la estructura social de España. Aunque el objetivo principal era poner en el mercado tierras que se encontraban en manos de 2las órdenes religiosas, con el fin de crear una red de pequeños propietarios, esto no se logró en su totalidad. En cambio, sí se consiguió disminuir la deuda pública del Estado.

La desamortización de Mendizábal fue un evento trascendental que transformó la estructura social, económica y cultural de España en el siglo XIX, dejando un legado que aún se percibe en la actualidad.

En esta ocasión, nos sumergiremos en un momento crucial de la historia española del siglo XIX: la desamortización de Madoz.

La Desamortización de Madoz

El 1 de mayo de 1855 marcó un hito con la aprobación de la ley de desamortización de Madoz. Esta ley declaró en estado de venta todos los predios rústicos y urbanos pertenecientes al Estado, al clero, a órdenes militares, cofradías, obras pías y más. Se percibió como un paso necesario para el progreso y la modernización del país, respaldado por todos los grupos políticos, excepto los moderados y algunos sectores progresistas que buscaban un enfoque más social.

El objetivo principal de esta desamortización era amortizar la deuda pública, financiar obras públicas y apoyar a la creciente burguesía española, coincidiendo con la expansión de la red ferroviaria en España. Madoz buscaba eliminar la mano muerta, liberando completamente sus bienes. Sin embargo, esto afectó principalmente al mundo rural, ya que gran parte de las propiedades enajenadas fueron tierras de labor.

Esta desamortización alcanzó un volumen de ventas sin precedentes, beneficiando principalmente a pequeños y medianos propietarios y engrasando considerablemente las arcas del Estado. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por evitar errores del pasado, las pérdidas en el patrimonio histórico y artístico ya se habían producido.

El impacto en Burgos fue significativo, con ventas que proporcionaron más de 200 millones de reales en menos de 15 años, aproximadamente tres veces el presupuesto provincial. Se destacaron las ventas de bienes del clero regular, con una cotización que superó el 280%. La exclaustración provocó el abandono de los 3monasterios, mientras sus bienes eran vendidos, lo que ocasionó la pérdida o deterioro de edificios de notable valor histórico o artístico.

Así, la desamortización de Madoz dejó una huella profunda en la historia y el paisaje español del siglo XIX, transformando la propiedad y el panorama económico del país.

El Monasterio de San Pedro de Cardeña

Ahora, nos adentraremos en la fascinante historia del monasterio benedictino de San Pedro de Cardeña y cómo la desamortización tuvo un impacto significativo en su legado patrimonial, especialmente en su invaluable tesoro documental y bibliográfico.

Este monasterio, cuyas raíces se remontan a la época visigoda, resistió a lo largo de los siglos y sobrevivió a las primeras desamortizaciones del siglo XIX. Aunque nunca fue completamente abandonado, su destino tomó diversos giros, llegando a servir como casa de corrección para clérigos y albergar distintas comunidades religiosas.

En 1884, el arzobispado de Burgos invirtió en obras de consolidación del edificio, pero su verdadero renacimiento llegó cuando el padre Ildefonso Guépin, proveniente del monasterio de Solesmes en Francia, buscó un nuevo hogar para su comunidad. Sin embargo, al llegar, se encontró con una triste escena en la biblioteca del monasterio, donde valiosos libros se estaban deteriorando debido a la falta de cuidado.

El monasterio cambió de manos varias veces a lo largo de los años, albergando a distintas órdenes religiosas y considerándose incluso como un posible manicomio provincial. Durante la Guerra Civil Española, se convirtió en un campo de concentración.

En la actualidad, el monasterio de San Pedro de Cardeña es testigo de su glorioso pasado como centro de producción cultural y espiritual. Aquí se documenta el primer scriptorium de la provincia de Burgos, donde se crearon importantes obras como la Biblia Románica de Burgos del siglo XII y el Becerro Gótico de Cardeña del año 1086, entre otros. Sin embargo, muchos de sus valiosos manuscritos se 4dispersaron o se perdieron a lo largo de los años, lo que representa una pérdida irreparable para el patrimonio cultural español.

Los avatares sufridos por el archivo y la biblioteca del monasterio de San Pedro de Cardeña nos muestran los desafíos enfrentados en tiempos de dispersión, robo y desaparición. A pesar de todo, su legado perdura como un recordatorio de la riqueza cultural y espiritual que alguna vez floreció en este venerable lugar.

El Archivo Histórico Nacional

En el convulso contexto del siglo XIX español, marcado por las desamortizaciones y reformas administrativas, surgió la necesidad de preservar y organizar el rico patrimonio documental del país. Así, el 28 de marzo de 1866, se estableció por Real Decreto la creación del Archivo Histórico Nacional.

Este archivo se convirtió con el tiempo en el más grande de España, albergando casi 50 kilómetros de estanterías. Su contenido se divide en series procedentes tanto de la administración como de la desamortización, reflejando así los cambios políticos y sociales que vivió el país.

Dos grandes acontecimientos marcaron la transferencia de un vasto acervo documental al Estado: la reforma administrativa de 1833, que supuso el fin de los Consejos y la transición de su documentación al ámbito histórico, y la llegada masiva de documentos procedentes de las desamortizaciones.

La gestión de este enorme patrimonio no fue tarea fácil. Inicialmente, parte de la documentación desamortizada se destinó a la Real Academia de la Historia, que pronto se vio desbordada por la cantidad de material. De esta situación surgió la idea de crear un archivo propio, inicialmente alojado en el edificio de la academia.

Con el paso del tiempo, el Archivo Histórico Nacional se trasladó en varias ocasiones, hasta establecerse en su ubicación actual en la calle Serrano 115, integrado en el complejo del CSIC.

La sección más destacada del archivo es el Fondo Clero, que constituye la base de su origen. Este fondo contiene una vasta cantidad de documentos procedentes de monasterios, hospitales, colegios y parroquias. Destacan los 5

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