Documento sobre la arquitectura de los siglos XIX y XX, con énfasis en el Modernismo. El Pdf, de nivel universitario y materia de Arte, analiza las tendencias principales, estilos y arquitectos clave, cubriendo el Neoclasicismo, Romanticismo, Escuela de Chicago y Art Nouveau, así como los precursores del Movimiento Moderno y la arquitectura racionalista.
See more9 Pages
Unlock the full PDF for free
Sign up to get full access to the document and start transforming it with AI.
El desarrollo de la arquitectura es clave en el mundo contemporáneo y está ligado al crecimiento urbano. En este contexto, se han venido enfrentando dos tendencias: la que concibe la arquitectura como arte y la que la vincula a la ingeniería y funcionalidad. Desde el siglo XIX, esta dicotomía ha generado una creciente complejidad. Solo en ciertos momentos, como en el Modernismo, ambas visiones lograron fusionarse con éxito. En el siglo XX, la búsqueda de un lenguaje unificador dio frutos desde los años treinta. Sin embargo, la libertad creativa y las posibilidades técnicas actuales han llevado a la arquitectura a una crisis de identidad. Este tema se divide en tres períodos: el siglo XIX, la transición entre siglos y el siglo XX, abordando sus principales corrientes y autores. Curricularmente puede ser abordado en 4º de ESO y fundamentalmente en Historia del Arte en 2º de Bachillerato.
Delimitar la arquitectura del siglo XIX es complejo, pues en un mismo período conviven estilos opuestos como Rococó, Neoclasicismo y Romanticismo. Muchos artistas adoptaron elementos de distintos estilos según su sensibilidad. Por ello, la historiografía ha tratado este siglo de forma fragmentada, viéndolo como un epígono del XVIII o como una fase preparatoria para la modernidad del siglo XX. La arquitectura del XIX oscila entre dos posturas opuestas:
a) Francia: El estilo Imperio, arte para el Estado: Durante el periodo de Napoleón (1804- 1815), la arquitectura fue un instrumento de propaganda y monumentalidad. Inspirada en Roma, reflejaba el poder del emperador. Tras su derrota en Waterloo, muchas obras quedaron inacabadas o destruidas, pero algunas aún evidencian su ambición. Los arquitectos del régimen adaptaron estilos previos a la nueva estética. Algunas obras destacadas de este periodo son el Arco del Triunfo, emblema del Imperio o la iglesia de La Madeleine, inspirada en la Maison Carrée de Nimes. Más tarde, Fontaine y Percier lideraron la renovación urbana de París, destacando en el paisaje urbanístico los arcos, como el Arco del Carrusel o las columnas y obeliscos, como elementos ordenadores.
b) Inglaterra: La inspiración griega y el pintoresquismo: A diferencia de Francia, Inglaterra se inspiró en Grecia, combinándola con influencias como el neopalladianismo y el pintoresquismo imperialista, arquitectura que se exportará sobre todo a EE.UU. Así, destacaron dos arquitectos:
c) Alemania: Un neoclasicismo con diversidad estilística: Junto con Francia e Inglaterra, Alemania fue clave en la arquitectura del XIX, con obras que se inician en el siglo anterior, como la Puerta de Brandeburgo. Autores y obras importantes son:
d) La Península Ibérica: Portugal y España Tras el terremoto de 1755, Portugal adoptó un enfoque racionalista en la reconstrucción, con el Marqués de Pombal como gran protagonista. Destaca el Palacio de Ajuda de José da Costa. En España, tras la guerra napoleónica y la desamortización, se impulsó la construcción de edificios públicos y viviendas burguesas, debido también a la necesidad de espacios por el nuevo gobierno centralista. La Academia aún imponía su influencia, con arquitectos como Antonio López Aguado, autor de la Puerta de Toledo en Madrid.
Como reacción al Neoclasicismo, el Romanticismo surgió en Europa en el segundo cuarto del siglo XIX, acentuado por la ocupación napoleónica, que impulsó la recuperación de estilos autóctonos. Destacó el uso del Gótico, evolucionando desde un enfoque pintoresquista hacia un historicismo neogótico.
a) Inglaterra: Inicialmente, se usó el Gótico pintoresco, con un carácter simplemente estético, creándose fantasías góticas como el Strawberry Hill de Walpole Posteriormente, el Neogótico adquirió un carácter más historicista con Pugin, quien veía el Gótico como el estilo ideal, como una religión, y símbolo de la sociedad cristiana medieval. Su obra más emblemática son las Casas del Parlamento de Londres.
b) Francia: Igual que en Inglaterra, se da primero el pintoresquismo, y después el historicismo. El Neogótico, el segundo, se enfocó en la restauración de monumentos medievales, con Eugène Viollet-le-Duc como principal figura, restaurador de Nôtre- Dame de París y las murallas de Carcasona. Integró materiales modernos como el hierro y documentó sus ideas en el Diccionario razonado de la Arquitectura. En la segunda mitad del siglo se dio el estilo llamado Segundo Imperio, en época de Napoleón III, cuando se promueve el urbanismo y la arquitectura monumental, con obras como la Ópera de París de Garnier y la transformación de París por el barón Haussmann, creador del modelo de "Ciudad Dual".
c) Alemania: El Romanticismo alemán y el nacionalismo impulsaron el Neogótico como símbolo de identidad (igual que en Francia e Inglaterra), reflejado en la finalización de la Catedral de Colonia, que involucró a numerosos arquitectos con un enfoque unitario.
d) España: El Neogótico también se vinculó al arte nacional, con arquitectos como Juan de Madrazo (restauración de la Catedral de León). En otras regiones, se prefirieron estilos más afines: en Italia y Cataluña, el Neorrománico, y en Portugal, el Neomanuelino. El Romanticismo llevó a la arquitectura a una falta de estilo propio, favoreciendo la imitación del pasado, lo que desembocó en el Eclecticismo.
a) La arquitectura del hierro. Paxton y Eiffel El siglo XIX introduce nuevos materiales en la arquitectura: hierro, cristal, acero y hormigón. Aunque su integración fue lenta debido a debates entre arquitectos e ingenieros, se aplicaron en puentes, grandes almacenes y exposiciones universales, e incluso en la construcción de iglesias (Inglaterra).
b) La síntesis entre ingenieros y arquitectos Con estas innovaciones, surgió la colaboración entre arquitectos e ingenieros, aunque con enfoques distintos: los arquitectos priorizaban la estética, los ingenieros la técnica. Henri Labrouste logró conciliar ambas visiones, y formará también a muchos arquitectos franceses y americanos posteriores. Su Biblioteca Sainte Geneviève en París utilizó por primera vez una estructura de hierro desde los cimientos hasta la cubierta, aunque oculta tras una fachada de ladrillo con referencias históricas. Su obra maestra, la Biblioteca Nacional de París (1878), primera gran construcción pública realizada íntegramente en hierro, al que añadió el cristal, destacando espacios como la sala de lectura con unas delgadas columnas, o las cubiertas de las salas de reserva.
A finales del siglo XIX, la arquitectura funcionalista alcanzó reconocimiento internacional, impulsada por la rápida industrialización en Estados Unidos, que se sitúa a la vanguardia, especialmente Chicago, ciudad destruida por un incendio en 1871 y reconstruida con una fuerte especulación inmobiliaria. Esto llevó a la construcción en vertical, dando origen al rascacielos, con estructuras metálicas y la incorporación de ascensores. Aunque hubo otros arquitectos que van a consolidar el prototipo de inmueble de oficinas, todavía muy influido por los modelos europeos, será sin embargo William Le Baron Jenney, el primer arquitecto verdaderamente moderno, con el Home Insurance Building (1885), primer rascacielos con estructura metálica independiente de la fachada. El mayor exponente de la Escuela de Chicago fue Louis Sullivan, quien internacionalizó la arquitectura americana con obras como el Auditorium Building (1889). No obstante, la Exposición Universal de Chicago de 1893, en lugar de consolidar el auge de la arquitectura moderna, provocó una regresión hacia el historicismo, ocultando las estructuras metálicas con fachadas neogóticas y generando un periodo de desinterés por la arquitectura moderna en EE.UU., que no se recuperaría hasta 40 años después. A pesar del declive, su legado continuó con Frank Lloyd Wright, discípulo de Sullivan, quien marcaría el desarrollo de la arquitectura en el siglo XX.
2.1. El precedente esteticista Inglaterra, precursora de la industrialización, generó la primera reacción esteticista contra la industrialización. John Ruskin, a mediados del siglo XIX, abogó por el retorno a la artesanía y a un arte con sentido espiritual. Inspirado en sus ideas, William Morris creó el movimiento Arts and Crafts, promoviendo la fabricación manual de objetos de uso cotidiano para dignificar la vida del hombre común. Sin embargo, este ideal chocó con la realidad industrial y sus productos artesanales terminaron convertidos en artículos de lujo. El fenómeno esteticista tuvo gran relevancia en Inglaterra, pero también influyó en otras zonas industriales como Cataluña y Bélgica.
2.2. El Modernismo El Modernismo, conocido en distintos países como Modern Style (Inglaterra y EE.UU.), Art Nouveau (Francia), Jugendstil (Alemania), Sezession (Austria) y Modernisme (Cataluña y Valencia), se desarrolló entre finales del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial. Buscó romper con el historicismo ecléctico y lograr un arte basado en la naturalidad y la vitalidad. Se pueden distinguir dos tendencias:
a) Bélgica: Víctor Horta: En Bélgica, el Modernismo tuvo en Víctor Horta su mayor exponente. Su obra de la Casa del Pueblo de Bruselas (hoy desaparecida) es un ejemplo del uso innovador de hierro, cristal y piedra, de formas elegantes. Introdujo la curva en la arquitectura y experimentó con transparencias, aportando ligereza y fluidez a los espacios interiores.