Documento de Universidad sobre Técnicas de Exposición y Desensibilización Sistemática. El Pdf describe los principios de habituación y extinción, fundamentales en Psicología, con ejemplos prácticos y gráficos. Es un material didáctico útil para estudiantes universitarios.
Ver más8 páginas


Visualiza gratis el PDF completo
Regístrate para acceder al documento completo y transformarlo con la IA.
A lo largo de esta cuarta unidad se van a explicar dos de los procedimientos o técnicas de intervención cognitivo-conductual más empleadas y que han demostrado mayor eficacia en la psicología: la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR) y la Desensibilización Sistemática (DS).
Para poder entender ambas, es necesario describir dos principios básicos de aprendizaje. Hyman y Pedrick (2003) explican la importancia del concepto de habituación y de extinción, para entender el funcionamiento de estas técnicas:
Introducirnos en una piscina: al principio notamos el agua muy fría, pero al cabo de un rato, ya no nos lo parece tanto, esto así porque nos hemos habituado, no porque el agua se haya calentado.
En el caso de aquellas situaciones, pensamientos o sensaciones que nos producen malestar ocurre lo mismo: a medida que el individuo se expone a ellas o las afronta, lo que sucede es que el sistema nervioso de la persona se "insensibiliza" a los eventos que teme y convierte esas experiencias en aspectos más manejables.
Si el jefe advierte a sus empleados de que, a partir de ahora, no va a haber recompensa económica, para aquellos que vendan más productos, es probable que los trabajadores dejen de trabajar tan duro (haciendo horas extra, etc.).
La técnica de exposición procede del condicionamiento clásico y suele emplearse en problemas de ansiedad y relacionados. El procedimiento general de esta técnica radica en que la persona se exponga a de manera repetida a los estímulos evocadores de malestar, sin la aparición del estímulo incondicionado (EI), teniendo como resultado la eliminación de la respuesta condicionada (RC). La exposición debe ser prolongada y no puede abandonarse hasta que se haya reducido el 25% del malestar, como mínimo. Además, debe prevenirse la conducta de escape/evitación, ya que el objetivo principal es eliminar el efecto del refuerzo negativo, que mantenía el problema (Pérez y Borrás, 2011).
En definitiva, la técnica de exposición pretende que el individuo afronte de manera voluntaria aquellas sensaciones, pensamientos y situaciones que suele evitar, con la intención de que desaparezca su malestar y se dé cuenta de que dichos eventos son inofensivos (Pastor y Sevillá, 2012).
HABLAR EN PÚBLICO (EXPOSICIÓN DE UN TRABAJO EN CLASE): al principio la persona comienza muy nerviosa, le cuesta empezar, nota que su corazón va muy rápido, le sudan y/o tiemblan las manos, etc. Pero al cabo de un rato, su ansiedad va disminuyendo hasta que se hace tolerable o incluso desaparece. Lo nota en tu forma de hablar, el ritmo de tu corazón, etc. Lo que ha sucedido es que se ha HABITUADO a la situación.
Pastor y Sevilla (2012) explican el proceso de funcionamiento de la ansiedad y la técnica de exposición como se describe a continuación:
Un error muy frecuente, es pensar que, cuando se realiza la exposición, la ansiedad va a subir sin parar, a menos que la persona ponga en marcha la conducta de evitación/ escape (ver figura).
10 9 8 A 7 n 6 S 5 i 4 e 3 d 2 a 1 d 0 10 20 20 0% 50 60 10 90 100 Tiempo de exposición
Sin embargo, lo que sucede en realidad, es que cuando una persona se enfrenta a la situación aversiva o temida, la ansiedad aumenta (en muchas personas de forma muy rápida, entre 30 segundos y 4 minutos) hasta un punto determinado, se mantiene durante un tiempo algo más largo en la zona de meseta (entre 10 y 20 minutos aproximadamente) y, a continuación, disminuye de forma lenta hasta desaparecer (entre 20 y 40 minutos) sin necesidad de que ponga en marcha una conducta de evitación/escape (ver figura).
En concreto, la técnica de exposición consiste en que el individuo afronte la situación de manera repetida, lo que va a suponer que su nivel de ansiedad inicial sea más bajo cada vez, así como la fase de meseta y la de descenso más breve. Además, si hace un número de repeticiones suficiente, conseguirá que el evento aversivo, deje de generarle ansiedad y la técnica habrá logrado su objetivo (ver figura).
10 A 9 n 8 S 7 i 6 5 d 4 a 3 d 2 1 Tiempo Tiempo
Por otra parte, Pastor y Sevillá (2014) describen las pautas imprescindibles para realizar con éxito la técnica de exposición:
Pérez y Borrás (2011) explican los principales tipos de exposición. Estos son los siguientes:
Por otra parte, es importante tener en cuenta que no solo se puede exponer al individuo a situaciones (ya sea imaginadas o en vivo) y a sensaciones, sino también a pensamientos generadores de ansiedad (Ejemplo: exposición a preocupaciones: "seguro que no consigo tener un buen futuro profesional"). Se trata de mantener esos pensamientos en nuestra mente a propósito, durante el tiempo que sea necesario, hasta que nos habituamos a ellos y su carga emocional desaparece (Pastor y Sevilla, 2014). Es una técnica que se emplea mucho en personas con "obsesiones puras" en el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). A estas personas se les piden ejercicios de exposición escrita o grabada (escribir o escuchar una y otra vez el pensamiento ansiógeno), estrategias de autodiálogo o mindfulness en las que se pide al sujeto que sea un observador imparcial de sus pensamientos intrusos y que los "deje estar" y la exposición intensiva a la grabación para la fusión pensamiento/acción. En esta última se expone al sujeto a la grabación a la vez que se le sitúa junto con el objeto, persona o situación temida. Se emplea mucho en personas que creen que pueden hacer daño a los demás (Hyman y Pedrick, 2003).
Los experimentos conductuales son técnicas de exposición en sí mismas, pero en este apartado se va a explicar la importancia de eliminar "las conductas de seguridad" (de escape y evitación) de los individuos ante los eventos que temen, para acabar con su problema de ansiedad.
Pastor y Sevilla (2009) afirman que los experimentos conductuales son Estrategias de Discusión Conductual, a través de los cuáles se pretende que el sujeto discuta o ponga en cuestionamiento la veracidad de un pensamiento (ansiógeno o de otro tipo) poniéndolo a prueba de forma empírica, es decir, a través de un experimento. Este procedimiento se emplea para conocer si sus temores son realistas o infundados.