Documento de Jesús Preparador Ef sobre Coordinación y Equilibrio: Concepto y Actividades para Su Desarrollo. El Pdf aborda la coordinación y el equilibrio, fundamentales en educación física universitaria, con actividades prácticas para su desarrollo. Incluye una introducción, vínculo curricular, características, evolución y factores condicionantes de la coordinación, así como tipos de equilibrio y bibliografía.
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"Un movimiento es coordinado cuando se ajusta a los criterios de precisión, eficacia, economía y armonía". Castañer y Camerino "Un equilibrio correcto es la base fundamental de una buena coordinación dinámica general". García y Fernández Como apreciamos en las citas anteriores, la coordinación y el la coordinación y el equilibrio tienen un papel fundamental en la habilidad motriz del alumnado, entendida esta como la capacidad del movimiento adquirida mediante el aprendizaje. Estas habilidades no solo facilitan la ejecución eficiente de movimientos, sino que también promueven la confianza y autonomía en el ámbito motor. Trabajarlas desde los primeros años de Educación Primaria es crucial, pues su desarrollo optimiza la adquisición de conductas motrices útiles, lúdicas y expresivas, fundamentales para el crecimiento integral de nuestro alumnado. Cada movimiento implica la interacción de diversos grupos musculares. La ejecución eficaz de una acción técnica demuestra una alta capacidad coordinativa, por lo que estas habilidades resultan determinantes en la calidad del movimiento físico; su desarrollo insuficiente afecta negativamente la motricidad y limita el desempeño en actividades diarias. Además, una buena coordinación y equilibrio contribuyen a prevenir lesiones y fomentar hábitos de vida saludables. Aunque existen discrepancias sobre su clasificación- cualidades motrices o capacidades coordinativas-, resulta evidente que cualquier gesto implica un grado de ambas. En este sentido, es esencial integrar su desarrollo en el currículo para garantizar una formación motriz completa. Además de definir la precisión del movimiento, equilibrio y coordinación son esenciales para estructurar el esquema corporal, impactando de manera integral en el desarrollo motor.
- La LOMLOE, en su artículo 2, Fines establece lo siguiente "El pleno desarrollo de la personalidad y de las capacidades del alumnado", siendo la coordinación y el equilibrio dos destrezas fundamentales para un correcto desarrollo motriz en la etapa de primaria. El currículo actual enfatiza la importancia de las habilidades motrices como base para el aprendizaje de contenidos más complejos del área.
La coordinación y el equilibrio realizan contribuciones concretas para el desarrollo de la Competencia Específica 2 "Adaptar los elementos propios del esquema corporal, las capacidades físicas, perceptivo-motrices y coordinativas, así como las habilidades y destrezas motrices, aplicando procesos de percepción, decisión y ejecución adecuados a la lógica interna y a los objetivos de diferentes situaciones, para dar respuesta a las demandas de proyectos motores y de prácticas motrices con distintas finalidades en contextos de la vida diaria".
El desarrollo competencial asociado a la consecución de esta Competencia Específica, permite desarrollar los siguientes descriptores operativos de las competencias clave: STEM1, CPSAA4, CD1, CD2 Y CD 3 establecidos en el Decreto 101/2023. A nivel de competencias clave, la coordinación y el equilibrio contribuyen al desarrollo de las competencias clave al fomentar habilidades como la expresión creativa, el razonamiento lógico o la capacidad de aprender de manera autónoma. Asimismo, promueven la resiliencia y la capacidad para afrontar retos, fortaleciendo la autoestima y autoconcepto del alumnado Además, impulsa la comprensión del cuerpo, la mejora de destrezas a través de la práctica y la toma de decisiones independientes, integrando aspectos esenciales para el crecimiento personal, social y cultural.
La coordinación es esencial para realizar movimientos precisos y eficientes, lo que implica un control adecuado del cuerpo con un gasto mínimo de energía. Esta capacidad organiza y regula los movimientos, permitiendo una ejecución fiel del programa motor. Según Jean le Boulch (1976), la coordinación es "la interacción y buen funcionamiento del sistema nervioso central y la musculatura esquelética durante el ejercicio, es decir, la capacidad de generar movimiento de forma controlada y ajustada". Le Boulch también destaca la importancia de la coordinación en el desarrollo de la personalidad y la relación con el entorno. Su desarrollo resulta clave para estabilizar conductas motrices, ampliar el repertorio de movimientos y favorecer una base sólida para habilidades más complejas. Desde la Educación Física, la coordinación motriz se asocia con la habilidad o destreza, aunque no son términos equivalentes, ya que alguien puede ser hábil en una tarea y torpe en otra. Una intervención pedagógica adecuada puede mejorar la coordinación, trabajando sobre el esquema corporal, habilidades perceptivas y la estructuración espacio-temporal. Es fundamental aplicar estrategias didácticas que incluyan variedad de estímulos y situaciones motrices para favorecer el desarrollo coordinativo. Un bajo nivel de coordinación afecta negativamente el desarrollo de habilidades básicas, mientras que una buena coordinación permite perfeccionar y combinar movimientos. Su mejora depende de factores como el control motor, la readaptación motriz y el aprendizaje motor. Aunque tiene una base innata, la práctica regular y consciente puede incrementarla significativamente. El entorno y las experiencias motrices tempranas juegan un papel crucial en el desarrollo del alumnado.
Un movimiento coordinado, según Castañer y Camerino (1991), debe cumplir con las siguientes características:
En cuanto a su clasificación, Jordi Porta (1988) distingue:
Por su parte, Francisco Seirul-lo Vargas (1993) propone:
Es importante señalar que la coordinación también se puede clasificar en función de la participación cognitiva, distinguiendo entre coordinación fina y gruesa, lo cual es relevante en el diseño de actividades pedagógicas.
El desarrollo de la coordinación atraviesa distintas etapas:
Villada y Vizuete (2002) identifican tres fases en el dominio de un movimiento:
Además, el proceso coordinativo de un acto motor incluye: selección y análisis de la información, programación basada en experiencias previas, inervación muscular, retroalimentación constante y ajustes motores en caso necesario.
El desarrollo del sistema nervioso central es crucial para la coordinación, aunque también influyen otros factores:
Además, factores emocionales y motivacionales pueden influir en el rendimiento coordinativo, destacando la importancia de un ambiente de aprendizaje positivo.
Las actividades para mejorar la coordinación deben seguir un esquema que avance de lo general a lo específico, aumentando gradualmente la complejidad. El juego es una herramienta clave, ya que facilita aprendizajes significativos. Para desarrollar la coordinación dinámica general, proponemos: